Estudio confirma que contaminación del aire provocó más de ocho millones de muertes en el mundo en 2021

La contaminación del aire causó 8,1 millones de muertes en todo el mundo en 2021, de las que más de 700.000 correspondieron a niños menores de 5 años, según la quinta edición del informe “Estado Global del Aire” del Instituto de Efectos sobre la Salud (HEI, por sus siglas en inglés) con la colaboración, por primera vez, de UNICEF.

Del total de muertes entre menores de 5 años, el 70 % (500.000) estuvieron relacionadas con la contaminación del aire en sus hogares, en los que se cocina con combustibles contaminantes, sobre todo en África y Asia.

El estudio analiza las repercusiones sanitarias de la contaminación atmosférica y concluye que ésta se ha situado como segundo factor de riesgo de muerte en el mundo, en el caso de los niños, superado solo por la malnutrición y por delante del mal estado del agua, las elevadas o bajas temperaturas o el tabaco.

En el caso de los adultos, la principal causa de muerte es la hipertensión arterial y por detrás de la contaminación: tabaco, dieta y diabetes.

Según la misma fuente, los menores de cinco años son especialmente vulnerables ante la polución, con efectos sobre su salud que van desde el nacimiento prematuro, al bajo peso al nacer, el asma y las enfermedades pulmonares.

Entre las causas de esa mayor vulnerabilidad, que los niños inhalan más aire por kilogramo de peso corporal y absorben más contaminantes que los adultos mientras sus pulmones, cuerpos y cerebros aún se están desarrollando.

La exposición de los niños pequeños a la contaminación atmosférica (tanto ambiental como doméstica) está relacionada con la neumonía, responsable de 1 de cada 5 muertes infantiles en el mundo, y con el asma, la enfermedad respiratoria crónica más frecuente en los niños mayores.

Las desigualdades geográficas vinculadas al impacto de la contaminación atmosférica en la salud infantil son enormes: en África oriental, occidental, central y meridional es 100 veces superior a la de sus homólogos en países de renta alta.

Sin embargo, no todos son malas noticias, pues el informe revela que desde 2000, la tasa de mortalidad de niños menores de cinco años ha descendido el 53 % debido, en gran parte a los esfuerzos por ampliar el acceso a energía limpia para cocinar, mejoras en el acceso a la atención sanitaria o la nutrición.

Además de cobrarse 8,1 millones de vidas en 2021, la contaminación también es la culpable de que millones de personas padezcan enfermedades crónicas debilitantes, lo que ejerce una enorme presión sobre los sistemas sanitarios, las economías y las sociedades, según la misma fuente.

El informe busca alertar de las graves repercusiones sobre la salud humana en todo el mundo de contaminantes como las partículas finas en suspensión (PM2,5), la contaminación del aire doméstico, el ozono (O3) y el dióxido de nitrógeno (NO2).

Así, más del 90 % de las muertes por contaminación atmosférica de 2021 (7,8 millones) estuvieron relacionadas con las partículas PM2,5 procedentes tanto del aire ambiente como de la contaminación doméstica.

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