Corriente continua sería la fórmula para transportar grandes volúmenes de energía en Chile

A medida que avanza el retiro de las 28 centrales térmicas que existen en el país, acción impulsada a partir de un histórico esfuerzo público-privado materializado en el “Plan de descarbonización con metas al 2040” -a la fecha ocho centrales han salido del sistema y para 2025 saldrán otras siete- se requiere que el país avance en fortalecer el sistema eléctrico nacional y su infraestructura, integrando mayores flujos de energía necesarios para el funcionamiento de industrias, comercio, transporte y uso residencial.

La distancia que existe entre las centrales renovables y los centros de consumo plantea el desafío de transportar energía a grandes distancias, problema que a nivel global está siendo solucionado con la tecnología de corriente continua, misma que espera debutar en nuestro país próximamente.
“Chile necesita innovar, adaptarse y robustecer urgentemente el sistema eléctrico, incorporando nuevas soluciones tecnológicas en el desarrollo de líneas de transmisión. Este camino promoverá la descarbonización y transición energética que estamos liderando, habilitando condiciones para la integración de las abundantes energías renovables y un futuro más sustentable”, afirma Sebastián Fernández, gerente general de Conexión Kimal – Lo Aguirre, empresa que tramita ambientalmente el proyecto para transportar energía renovable a través de 1.342 kilómetros entre las regiones de Antofagasta y Metropolitana.
Con una potencia de 3000 MW, “el proyecto contempla su desarrollo y operación en corriente continua, tecnología que será usada por primera vez en Chile y que a nivel global es tendencia en cuanto a solucionar el transporte de grandes bloques de energías renovables por grandes distancias en forma eficiente y sustentable”, apunta el ejecutivo.
Experiencia internacional
Precisamente ese factor de eficiencia estuvo en la mira del Coordinador Eléctrico Nacional cuando licitó la construcción de este proyecto en corriente continua. En el hecho que Conexión se adjudicara la licitación en 2021 pesó también la experiencia de dos de sus socios, la firma colombiana Isa y China Southern Power Grid (CSG), que tienen líneas en corriente continua (o HVDC por sus siglas en inglés) en Brasil, Filipinas y China.
A nivel global hoy existen más de 100 proyectos de corriente continua en operación, y otros 50 en proceso de construcción, remarcan desde la empresa.
Uno de los ejemplos más parecidos a Chile es el de la línea HVDC Río Madeira, una de las más largas del mundo con 2.375 kms de trazado, y que transporta la electricidad que generan las centrales hidroeléctricas del río Madeira, en la zona noroeste de Brasil, hasta los centros de consumo que se ubican en el sureste de ese país. Tiene una potencia de 3.150 MW y opera con un voltaje de 600 kV DC, cifras muy similares a las que tendrá Kimal – Lo Aguirre.
Dada la cercanía del proyecto brasileño, varios profesionales que participaron en la construcción de esa iniciativa están colaborando hoy en Conexión para ofrecer al país un proyecto que recoge aprendizajes y buenas prácticas para consolidar una opción sustentable y eficiente.
De manera similar, la línea Yunnan-Guangdong transporta la energía generada por la central hidroeléctrica de Yunnan, en el oeste de China, hasta Guangdong, en el este, a lo largo de 1.374 kilómetros. Se trata del primer proyecto de transmisión UHVDC (un tipo de corriente continua que tiene la capacidad de transmitir un mayor volumen de energía) del mundo que se pone en operación comercial, con una potencia de 8.000 MW y una tensión de 800 kV DC.
Fortalezas de la corriente continua
  • Menor intervención del territorio gracias a franjas de seguridad más angostas que otras alternativas que tienen un mismo nivel de transferencia en potencia.
  • Mayor eficiencia al requerir menos torres y cables que las líneas de transmisión de corriente alterna.
  • Mayor capacidad de transmisión de energía a largas distancias con pérdidas inferiores a las asociadas a las líneas de corriente alterna.
  • Mayor estabilidad y seguridad del suministro eléctrico en comparación con los sistemas en corriente alterna, permitiendo una integración más efectiva de energías renovables variables al Sistema Eléctrico Nacional. Por ejemplo, los sistemas en corriente continua son adecuados para controlar la variabilidad de la potencia eólica y fotovoltaica, dada su capacidad para gestionar el flujo de la energía entre ambos terminales, al ajustar la cantidad de energía inyectada a la red, compensando las fluctuaciones inherentes a estas fuentes de energía renovable.
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